jueves, 8 de noviembre de 2012

Complementos directos con la preposición "a"

¡Bienvenidos! Hoy vamos a degustar un menú compuesto en general por complementos directos de tipo muy diverso, pero que tienen en común el uso (o no) de la preposición "a". Cuando esto se explica en clase parece muy simple, pero al consultar la RAE nos encontramos pequeñas excepciones o determinados casos que pueden resultar confusos. ¿Qué debemos decir: Busco un compañero de piso o Busco a un compañero de piso? Además, ¿significan ambas oraciones lo mismo? Vamos a tratar el tema con calma, pero simplificando lo que indica la Academia en su Diccionario Panhispánico de Dudas. ¡Allá vamos!

En general, el uso de "a" depende de si el complemento es nombre propio de persona o animal, y nombres comunes de un ser animado o nombres colectivos cuando los referentes son conocidos o determinados, en cuyo caso nos veremos forzados a usarla (subrayo el complemento directo).
  • Vi a María en el parque.
  • Vi a Luna ladrando en el jardín.
  • Me encontré a unos amigos en el parque.
  • Encontré a los manifestantes en aquella esquina.
  • Busco los alumnos fuera del colegio.
Esto incluye sustantivos que pueden ser entendidos como un conjunto de personas:
  • Ayer llamé al colegio para preguntar.
  • Premiaron a la empresa por sus buenas prácticas.
En los dos últimos casos vemos que es importante que en los nombres no propios los referentes sean conocidos; en estos casos, esos amigos son del hablante, los manifestantes son de una manifestación conocida, y los alumnos son evidentemente conocidos por ambos emisores. Tendríamos que hacer las oraciones sin a si fueran desconocidos:
  • Me encontré unos amigos en el parque, charlando de sus cosas.
  • Encontré unos manifestantes en aquella esquina.
  • Busco unos alumnos fuera del colegio.
Esto afecta también a todos los pronombres que puedan sustituirse por los respectivos sustantivos, incluso en oraciones con interrogativos, relativos, etc.:
  • Me encontré a aquellos en el parque.
  • No conozco a nadie.
  • ¿A quién buscas?
  • Los alumnos a los que buscamos no aparecen.
Sin embargo, hay algunos verbos que implican usar esa a incumpliendo las normas anteriores. Son los llamados "verbos de afectación física o psíquica", los definidos como "verbos de percepción", y los "verbos que significan orden lineal o jerárquico".
  1. Los verbos de afectación física como acompañar, admirar, afectar, alabar, amar, empujar, engañar, golpear, maltratar, matar, odiar, perjudicar, saludar... llevan preposición con complementos de persona, aunque esta sea desconocida o indeterminada. Son bastantes verbos y a veces solo el uso nos dará la pista, como ocurre con el verbo mandar que he buscado para el ejemplo final:
    • Admiro a mis padres por sus esfuerzos.
    • Juan amaba a una chica de su barrio.
    • Esa nueva ley perjudica a las minorías.
    • Es difícil mandar a un jefe a freír espárragos.
  2. Algunos verbos de percepción, fundamentalmente mirar, observar y oír, conllevan usar la preposición a ante nombres comunes de persona determinados por un indefinido. En cambio, con los verbos de percepción ver y conocer, la preposición puede o no aparecer:
    • Miraba a un señor que daba de comer a las palomas.
    • a una cantante quejarse de su contrato.
    • Observé a algunas chicas que paseaban por el parque.
    • Vi una chica que corría / Vi a una chica que corría.
    • Conozco una persona muy influyente / Conozco a una persona muy influyente.
  3. Los verbos de orden lineal o jerárquico, como preceder o seguir, y otros como acompañar, modificar, complementar o sustituir, conllevan la preposición a incluso ante nombres de cosa:
    • La tristeza precede a la depresión.
    • La nueva ley modifica a la anterior. [Aquí mucha gente se comería la a... Eso sería incorrecto].
    • El sofá sustituirá a los dos sillones tras la reforma. [Lo mismo que antes].
Hay un último caso de a obligatoria, aunque es solo por distinguir dos complementos: cuando tanto el sujeto  como el complemento directo no personales se ponen después del verbo, ponemos a ante el segundo, para distinguir ambos. Comparemos:
  1. En la Feria del Libro la cultura venció los obstáculos.
  2. En la Feria del Libro venció la cultura a los obstáculos.
Sin embargo, la Academia recomienda evitar este uso en favor de la anteposición del sujeto, como en el primer ejemplo.

FUENTES

RAE (2005). Diccionario Panhispánico de Dudas. Edición en línea: http://lema.rae.es/dpd/

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